Cada vez es más habitual que cualquier familia normal viaje al menos una vez al año. Ya sean personas adultas, jóvenes, niños, ancianos, mujeres embarazadas o enfermos, es algo muy común realizar viajes de algún tipo en nuestros periodos vacacionales o simplemente cuando podemos permitírnoslo.
A menudo estos viajes nos llevan a lugares exóticos que pueden tener condiciones higiénicas y sanitarias muy diferentes a las de los países desarrollados. El cambio en nuestra alimentación puede ser un duro golpe para nuestro organismo, pudiendo ser peligroso el simple consumo de agua debido a las enfermedades que pueden transmitirnos.