El siglo XXI ha traído consigo un aumento impresionante en el consumo de agua embotellada. En 2004 por ejemplo se consumió en todo el mundo 154.000 millones de litros de agua envasada.
En estos últimos años parece que el ritmo se ha detenido ligeramente a raíz de la crisis económica que llevó a algunas familias a la conclusión de que beber agua del grifo era igual de bueno y mucho más barato que beber agua embotellada.