Cuando hablamos de la dureza del agua, nos estamos refiriendo a la concentración de los minerales disueltos en ella. Concretamente hablamos de sales de calcio y magnesio, aunque no sean estos los únicos que influyan en la dureza del agua.
Es sin duda uno de los principales parámetros químicos cuando queremos valorar la calidad del agua. El nivel de dureza será diferente según haya más o menos proporción de miligramos de carbonato cálcico por litro de agua y, entre otros, es uno de los factores que modifican el sabor del agua.